martes, 6 de noviembre de 2018

Artesanias de San Juan Guelavia




Resultado de imagen para canastas oaxaqueñas de carrizo

Hola, te damos la bienvenida a nuestro blog, en el que vas a encontrar información relevante acerca de las artesanías del Estado de Oaxaca, mas específicamente hablando de San Juan Guelavía, ubicada en los Valles Centrales de Oaxaca.





Introducción:
En el Estado de Oaxaca, México, existe diversidad de culturas que forman
parte de un grupo social de una comunidad. Entre las culturas resaltan las
artesanías que más que ser un simple objeto o recuerdo, estas son las
creaciones realizadas por los artesanos (una persona que realiza trabajos
manuales). Es un tipo de arte en el que se trabaja fundamentalmente con las
manos, moldeando diversos objetos con fines comerciales o meramente
artísticos o creativos. Una de las características fundamentales de este
trabajo es que se desarrolla sin la ayuda de máquinas o de procesos
automatizados. Esto convierte a cada obra artesanal en un objeto único e
incomparable, lo que le da un carácter sumamente especial y estos hacen
que destaque o resalte una comunidad.
Así que me centraré y destacaré las artesanías de la comunidad, empezaré por hablar sobre la localización de este pueblo,
proseguiré diciendo la elaboración de las artesanías que este pueblo todavía
las sigue elaborando ya que no quieren perder parte de su identidad cultural.

La comunidad de San Juan Guelavia está ubicada en la Parroquia de San
Juan Bautista en el estado de Oaxaca, en Tlacolula de Matamoros en el
kilómetro 25 se encuentran señalamientos de Guelavia a mano derecha, en
esta desviaciones llega al crucero y de ahí 30 minutos estimados hacia la
comunidad. Su ubicación geográfica queda indicada dentro de los siguientes
límites:
Norte: Macuilxochitl
Sur: Magdalena Teitipac y San Marcos Tlapazola
Este: Tlacolula
Oeste: Santa Cruz Papalutla
Al lado Norte es terreno llano y al Sur quedan terrenos de lomerío. Su
superficie total es de 18 kilómetros cuadrados aproximadamente, de las
cuales 35% es terreno bajo y el 65% de temporal. Su clima es templado.
Predomina el viento de oriente a poniente; la altura es de 1600 metros sobre
el nivel del mar. Sus habitantes suman 4600(aproximadamente). El 85% de
habitantes es bilingüe y el 15% monolingüe. El dialecto que se habla es el
zapoteco del valle.
Estos son los datos principales sobre la comunidad.
La comunidad de San Juan Guelavia está ubicada en la Parroquia de San
Juan Bautista en el estado de Oaxaca, en Tlaco lula de Matamoros en el
kilómetro 25 se encuentran señalamientos de Guelavia a mano derecha, en
esta desviaciones llega al crucero y de ahí 30 minutos estimados hacia la
comunidad. Su ubicación geográfica queda indicada dentro de los siguientes
límites:
Norte: Macuilxochitl
Sur: Magdalena Teitipac y San Marcos Tlapazola
Este: Tlacolula
Oeste: Santa Cruz Papalutla
Al lado Norte es terreno llano y al Sur quedan terrenos de lomerío. Su
superficie total es de 18 kilómetros cuadrados aproximadamente, de las
cuales 35% es terreno bajo y el 65% de temporal. Su clima es templado.
Predomina el viento de oriente a poniente; la altura es de 1600 metros sobre
el nivel del mar. Sus habitantes suman 4600(aproximadamente). El 85% de
habitantes es bilingüe y el 15% monolingüe. El dialecto que se habla es el
zapoteco del valle.
Estos son los datos principales sobre la comunidad.
La comunidad de San Juan Guelavia está ubicada en la Parroquia de San
Juan Bautista en el estado de Oaxaca, en Tlaco lula de Matamoros en el
kilómetro 25 se encuentran señalamientos de Guelavia a mano derecha, en
esta desviaciones llega al crucero y de ahí 30 minutos estimados hacia la
comunidad. Su ubicación geográfica queda indicada dentro de los siguientes
límites:
Norte: Macuilxochitl
Sur: Magdalena Teitipac y San Marcos Tlapazola
Este: Tlacolula
Oeste: Santa Cruz Papalutla
Al lado Norte es terreno llano y al Sur quedan terrenos de lomerío. Su
superficie total es de 18 kilómetros cuadrados aproximadamente, de las
cuales 35% es terreno bajo y el 65% de temporal. Su clima es templado.
Predomina el viento de oriente a poniente; la altura es de 1600 metros sobre
el nivel del mar. Sus habitantes suman 4600(aproximadamente). El 85% de
habitantes es bilingüe y el 15% monolingüe. El dialecto que se habla es el
zapoteco del valle.
Estos son los datos principales sobre la comunidad.La comunidad de San Juan Guelavia está ubicada en la Parroquia de San
Juan Bautista en el estado de Oaxaca, en Tlacolula de Matamoros en el
kilómetro 25 se encuentran señalamientos de Guelavia a mano derecha, en
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comunidad. Su ubicación geográfica queda indicada dentro de los siguientes
límites:
Norte: Macuilxochitl
Sur: Magdalena Teitipac y San Marcos Tlapazola
Este: Tlacolula
Oeste: Santa Cruz Papalutla
Al lado Norte es terreno llano y al Sur quedan terrenos de lomerío. Su
superficie total es de 18 kilómetros cuadrados aproximadamente, de las
cuales 35% es terreno bajo y el 65% de temporal. Su clima es templado.
Predomina el viento de oriente a poniente; la altura es de 1600 metros sobre
el nivel del mar. Sus habitantes suman 4600(aproximadamente). El 85% de
habitantes es bilingüe y el 15% monolingüe. El dialecto que se habla es el
zapoteco del valle.
Estos son los datos principales sobre la comunidad.


Artesanías
En la comunidad de San Juan Guelavia, se elaboran diversas artesanías de
carrizo.
Principalmente tenemos que conocer que es
Resultado de imagen para carrizoel carrizo, el carrizo es una planta muy
popular de tallos resistentes, huecos, y
nodosos que nace en los bordes de ríos y
arroyos o en los lugares húmedos, su
superficie exterior es lisa y brillante y al
acercarse nos da un color amarillo.
Los artesanos transportan sus artesanías en
burro o carreta, y los venden en los días de
mercado en su pueblo.

Históricamente, Guelavia fue conocida por sus tierras fértiles y la
producción y venta de sal. Antes de las reformas agrarias los jornaleros
producían maíz, trigo y alfalfa en tierras de riego hacia el norte del pueblo y
en los límites de Santa Ana del Valle, Tlacolula y Santa María Guelace
(Mendieta y Núñez 1960:220). Hoy en día, la mayoría del riego ha
desaparecido y las tierras agrícolas de la comunidad sufren una alta
salinización, algo que Mendieta y Núñez (1960) observan a principios de
1950. Los pobladores se quejaban de la degradación del suelo y la
salinización de pozos; un hombre de edad avanzada describió la situación
como que su tierra estaba "triste" y no produciría bien. Sin embargo, cerca
del 80% de las familias de la comunidad continúan trabajándolas, sembrando
maíz y alfalfa en un promedio de 2,25 hectáreas. En el bienio 2000-2002 una
familia producía maíz para ocho de los doce meses que necesitaba.

La elaboración de canastas fue introducida en 1946 por hombres de
negocios de los Estados Unidos y pronto se hizo popular. En 1960, casi el
60% de las familias de Guelavia participaban de la misma actividad. Mendieta
y Núñez señalaron que en la década de 1950 los fabricantes de canastas de
Guelavia dependían de esa producción en más del 50% de sus ingresos. Los
reportes de Mendieta y Núñez indican que para una inversión de
aproximadamente 4 pesos (moneda de México), gastados en materiales, una
familia puede ganar cerca de 16,5 pesos vendiendo artículos terminados. Sin
embargo, las exportaciones nunca despegaron. Los hombres de negocios de
los Estados Unidos que establecieron la fabricación de canastas no
regresaron y las ventas fueron hechas localmente a otros oaxaqueños y en
mercados de la zona (Mendieta y Núñez 1960:283-284).
Imagen relacionada
Mientras que la tierra de Guelavia favorece la producción agrícola, el carrizo
(nombre con el que se conoce la caña usada en la fabricación de canastas)

no crece localmente en abundancia, por lo que la mayoría de los fabricantes
de canastas deben viajar a otras poblaciones de la zona (incluyendo
Tlacolula) para comprarlo. Muchas familias habían participado en la
elaboración después de la llegada de los empresarios y produjeron petates
(tapetes de caña que se usan para dormir) así como canastas grandes y
chicas. Las grandes (que miden hasta un metro de altura y 50 a 80 cm de
ancho) se usaban para guardar el maíz cosechado, mientras que las mujeres
usaban las más pequeñas para guardar provisiones de abarrotes comprados
en los mercados locales.

La industria contemporánea del canasto está colapsando rápidamente.
Pocas familias las hacen y hay pocas vías para la venta de piezas
terminadas. Los costos de elaboración también se han incrementado en la
última década, forzando a muchas familias a dejar la producción. Ninguna
actividad local en Guelavia ha tomado el lugar de la canastera y,
actualmente, menos del 25% de las familias de la comunidad continúan en
esa actividad3. Para aquellas que lo hacen, la elaboración de canastas es
descrita como una actividad que llena el tiempo. Esto marca un cambio
importante en la forma que los pobladores de Guelavia encuadran este
oficio, ya que en su inicio fue visto como una nueva e importante fuente de
trabajo local, una forma para construir la economía de la población y una
actividad lucrativa potencial con excelentes utilidades en inversiones. A
fines de la década de 1990 y en los primeros años de este siglo la fabricación
de canastas aún resultaba favorable. El cambio en la producción es
indicativo de un cambio en la demanda y de las alzas en costos de
producción, así como el incremento general en el costo de la vida. Cuando
los costos de producción subieron y las utilidades declinaron, las familias
descubrieron que podían ganar salarios más altos a través de la migración y,
de hecho, las tasas de migración se incrementaron a mediados de la década
de 1990, cuando las familias se enfrentaron con las reformas neoliberales.

Fabricación de Canastas

Como hemos visto, la vida en San Juan Guelavia gira alrededor de la
agricultura aun cuando la tasa de emigración a destinos internos e
internacionales se ha incrementado. Para los hombres en el poblado, la
agricultura ocupa el día durante la temporada alta; la mayoría de las familias
argumentan que ésta es más que una forma de ganarse la vida. Ser dueño de
la tierra es un signo de "estatus" y pertenencia a la comunidad, ya que la
tierra crea una conexión importante con el poblado y las tradiciones locales
(González 2001). La elaboración de canastas ocupó ese lugar para las
familias del área en el pasado. Después de su establecimiento, en la década
de 1940, fue algo que hacían para ganar dinero, pero también muy pronto se
convirtió en una tradición local. De hecho, varios individuos describieron a
la cestería como "nuestra mercadería y algo que todos hacen".

Unas cuantas familias que continúan en la producción de canastas la
consideran como parte de un conjunto de prácticas estratégicas más amplio
para ganarse la vida. Un miembro de una familia es enviado a los Estados
Unidos para trabajar en la construcción o en servicios, mientras que otro
viajará a Oaxaca para el trabajo diario. Los miembros que se quedan en
Guelavia hacen canastas, siembran y participan en el sistema de carga o
tienen cargos políticos. Un modelo de esto es la familia Martínez: don Benito
Martínez, la cabeza masculina del hogar, combinó la elaboración de canastas
y la agricultura como una forma de ganar dinero, pero también para
abastecer de maíz a la familia. Dos de sus hijos ayudaron con la agricultura y
la canastería, mientras que una hija dividió su tiempo entre esta actividad y
la escuela (ella había estado en un programa de entrenamiento de cultivo en

Oaxaca).La manufactura de canastas empieza con la recolección y el corte
del carrizo, que crece en Guelavia, pero nunca en abundancia. En el pasado
las familias podían cosecharlo sin costo a lo largo del municipio, si estaba
disponible. El único requisito era que el artesano tuviera un registro de
servicio activo en el sistema de puestos de gobierno de la comunidad. Sin
embargo, la falta de carrizo local forzó a la mayoría de los fabricantes a viajar
a los poblados vecinos, con frecuencia rentando una camioneta pequeña
para transportar a casa la cosecha de caña de una semana.

Resultado de imagen para carrizo en oaxaca













Entre 1940 y 1950, una carga de carrizo costaba alrededor de 4 pesos, para
un abasto que duraría cerca de un mes, hoy la caña cuesta 200 pesos
aproximadamente. Habitualmente la compran cada dos meses, para ello
contratan una camioneta con un cargo adicional de 200 pesos, este costo se
divide entre varios tejedores. Una vez que una carga de carrizo es entregada
en casa, hay una pequeña cooperación adicional por parte de cada artesano.

El precio de la caña ha subido en la última década (un patrón similar ha
ocurrido con el tejido, ver Stephen 2005). Don Benito enfatizó que a
mediados de 1990 la carga de un mes costaba entre 80 y 100 pesos, cerca de
la mitad del precio actual, y una de éstas puede ser triplicada cuando se
convierte en canastas terminadas. Además, el costo de la vida se ha
acelerado, así como continúa en aumento la pobreza en la región (Wodon et
al. 2003).

Una vez que la caña es comprada o cosechada se prepara en un proceso de
pasos múltiples. Primero, se corta a la medida y se limpia; luego se rasura
con un cuchillo, se retira la pulpa interna suave del carrizo y se deja una
superficie, en la que se puede hacer capas para trabajar con ellas. Después
la caña se ahúma por corto tiempo y se calienta al fuego para hacerla

maleable. Si es necesario, también se le aplica color con anilinas, a menudo
rojo y verde, los colores nacionales de México. Los costos aquí son mínimos
y pueden incluir la leña, que algunas veces es comprada.

En el paso tres empieza el proceso de confección del canasto. Los
pobladores de Guelavia hacen varios tipos, pero generalmente dos estilos
dominan: canastas pequeñas con "agarraderas", usadas por las mujeres en
la compra de productos del mercado (frutas y vegetales), y las grandes que
los hombres se amarran en sus espaldas y llenan con maíz cosechado.
Después de formar un cuadro de muy poca anchura y tiras de caña más
gruesas, el cestero empieza a tejer la base del canasto, trabajando del centro
hacia fuera, a veces con una caña más delgada que la de los lados. El tejedor
encuentra un lugar sombreado, bonito para hacer su trabajo, tejiendo pronto
la caña para crear la base y los lados. En la parte superior del canasto, una
hilera de caña extra es tejida para crear un "labio" que cubra y dé acabado a
la parte superior del cuadro o marco. Para canastas pequeñas, una
"agarradera" (siempre teñida) se envuelve para facilitar su manejo. El
proceso no consume mucho tiempo y un buen tejedor puede producir una
docena o más en alrededor de una semana.
Como sabemos, toda magia inicia desde mucho antes, con preparación y
arduo trabajo. Es necesario elegir carrizos tiernos, pues el trabajo requiere
un material flexible. Con rapidez pero con cuidado, pues el carrizo ya
cortado es sumamente filoso y sus astillas y hojas pueden lastimar manos y
pies.

Resultado de imagen para artesanos de carrizo oaxacaYa en casa, los carrizos se
de hojas y basura. Algunos de
ellos se queman superficialmente
en una fogata, para dar un color  
café a los carrizos que ayudan a
decorar las piezas.Después, para
tener listo el material necesario,
todos los carrizos se cortan en
tiras largas llamadas “correas”,
anchas o angostas según la parte
del canasto que formarán.

La elaboración de un canasto se
inicia entrelazando varias correas
para formar una estrella, cuya
longitud y disposición definirán el acabado, el tamaño, los colores y el uso de la pieza. Cuando va a elaborarse una figura cóncava, los carrizos deben
mojarse para mantenerlos flexibles y evitar que se rompan. Aunque la
experiencia y habilidad de los artesanos es evidente, la labor no está exenta
de riesgos, pues además del filo natural del carrizo, se trabaja con cuchillos
y otros instrumentos de afiladas hojas.


Conclusiones

Hoy, la fabricación de canastas en Guelavia es verdaderamente un oficio sin futuro.
Porque no hay interés por parte de los exportadores, por una falta de demanda local
y por un creciente costo real de la producción; por esto, esta artesanía está
decayendo. No es que los pobladores de Guelavia no entiendan su mercado o que
no haya demanda para sus utensilios. A los cesteros de Guelavia les gustaría
cambiar su mercado e inclusive ellos cambiar su producto, conectando las
canastas con un nicho vinculado con el turista y el mercado de exportación en
lugar de cubrir la demanda local.

Desafortunadamente, este es un cambio que parece imposible o que llegaría
demasiado tarde. Además, y añadiendo a la dificultad de transitar a nuevas
realidades de mercado, no hay patrocinadores presentes (ya sea de los Estados
Unidos o México y /o de programas locales culturales) para reorganizar el oficio.
Han hecho en las últimas décadas y que pudieran atraer nuevos compradores o
llenar nuevos nichos con este El Estado mexicano no se ha interesado en esto a
pesar de unas cuantas innovaciones que se arte. Finalmente, son pocos los turistas
que ven a las canastas como algo que vale la pena comprar. En otras palabras, es
difícil o imposible para los fabricantes de canastas de Guelavia hacer una transición
hacia una nueva clase de paradigma de producción.

El futuro de los cesteros de Guelavia es incierto. Tal vez la respuesta es dejar que el
oficio muera. No podemos olvidar que esta artesanía, es nada más que una
tradición inventada; fundada bajo la creencia de que se abría una economía de
exportación a los Estados Unidos. Aunque muchos artesanos ven poco valor en lo
que hacen, los pobladores de Guelavia continúan luchando para balancear el
trabajo y la emigración y muchos creen que si la elaboración de canastas
funcionara, pudiera ser una actividad alterna que mantendría en el hogar a los
jóvenes y limitaría la atracción de la emigración. Así los pobladores de Guelavia
debieron dedicarse a otras actividades para ganarse la vida y balancear la
necesidad de pagar por la comida, la educación, el entretenimiento al tiempo que
intentaron preservar lo que muchos hoy ven como un arte tradicional.
Desafortunadamente, hay poco espacio en este esquema para los fabricantes de
canastas y sus productos.


Referencias Bibliográficas 
Archivos Municipales de San Juan Guelavía